jueves, 4 de agosto de 2016

Y qué, ¿ya tienes todo?

Esta pregunta es también bastante reiterativa y la respuesta es la siguiente: Aaaahhh (aspaviento, aspaviento, hiperventilación y resoplido). ¿Esto por qué? Porque todo es una palabra que engloba tantas cosas que en realidad lo único que me genera es inseguridad. ¿Lo tengo todo?. (AaAaAaAhhhhh) - otra vez. En realidad cuando me planteé hacer este viaje no sabía lo que conllevaría a nivel material. Se por experiencia previa y gracias al Camino de Santiago que menos es más y por lo tanto, yo no necesito demasiado. Pero en Kenia, pese a que nuestro corrompido cerebro europeo-occidental tiende a englobar a África entera en esos 30.220.000 km² de desierto, niños negros muertos de hambre y moscas, resulta que ¡vaya! ¡En Kenia es invierno! Y sí, aunque están en el puro ecuador, resulta que hace fresco. La temperatura hoy de Molo (Kenia) son 11º - 18º y lluvias. ¡Además lluvias! Es curioso como nos programan y la poca capacidad que tenemos de pensar por nosotros mismos muchas veces... Pues bien, cuando me planteo qué llevar, en mi vuelo de British Airways me permiten llevar dos maletas de 23kg cada una, más una de mano, más una bolsa tipo portátil. En estas que me doy cuenta que para mi con el equipaje de mano voy más que sobrado, así pues quiero llevar como donación las dos maletas de 23kg. Esto hace que se complique más la cosa. Así que me decido a hacer un email colaborativo en mi trabajo:"Hola hola, me voy a Kenia, si me queréi, traerme bártulos..."

Perfecto, la gente se vuelca, trae ropa, juguetes, cosas varias y ahora toca organizar tanto lo mio como lo no mio, así que uno se encuentra que si ya es por sí dificultoso saber escoger entre qué llevar y qué no para uno mismo, súmale la incapacidad espacio/masa x gravedad de saber cuanto pesa qué y cuanto ocupa ese todo que se supone tendrías que tener ya listo. Total, que la situación se vuelve cada vez más caótica y a dos días de mi partida, tengo mi casa como si una convención de ladrones de pisos hubiera pasado unos días por allí y en el trabajo, esperando que algún alma caritativa me traiga alguna maleta más para empezar a espachurrar la multitud de ropa y juguetes que me gustaría llevarles.
Así pues, sí. He de decir que sí. Que tengo... AAAAAAaaAaaaaAAhhhh (aspaviento, aspaviento, hiperventilación y resplido...)